lunes, 29 de abril de 2013

Cosas que debemos conocer de los calambres.

                                                                            

Vas corriendo y un relámpago de dolor te pega en el músculo que se pone duro como piedra, imposible de relajar y se hace dificil seguir corriendo. El CALAMBRE es una lesión benigna, que dura muy poco. 

Qué hacer?. Disminuye el ritmo de carrera y relaja la zona afectada, refrescándolo con agua fría. Una vez flojo, estira suave y date un masaje. Si continúas corriendo, es probable se repita. 

La causa puede ser un gran y prolongado esfuerzo, frío o calor en exceso (o cambios bruscos), falta de potasio, calcio o magnesio, o deshidratación. 

Se evita con una dieta rica en verduras y frutas (platanos, levadura de cerveza y jalea real: sagrados!) y control del calzado permanente; antes de la carrera, tomar medio litro de bebida isotónica, calentar y estirar bien; durante la carrera, evitar aceleraciones bruscas y cuidar la postura.


Cómo distinguir un calambre de una contractura...

Hablábamos en el tip anterior, que el calambre es una lesión benigna, donde se nos endurece el músculo durante un tiempo muy breve, pero relajado el músculo, podemos retomar el ejercicio. Si el endurecimiento del músculo dura más tiempo, señal que es una CONTRACTURA (no quiere decir que sea más dolorosa pero impide seguir corriendo). 

La contractura se identifica por la dureza del músculo que duele y se carga al utilizarlo, es menos elástico y no permite la extensión total de la articulación. Conviene parar y no añadir más cansancio al músculo. En ocasiones, un alto nivel de autoexigencia nos hace continuar con una contractura. Las consecuencias van desde una rotura fibrilar, hasta una fibrosis, una fase de pérdida crónica de elasticidad del músculo de solución complicada. Las roturas fibrilares duelen de manera más intensa y aparecen como un pinchazo que te deja seco. 

En las roturas el masaje está contraindicado en los primeros diez días y se debe utilizar hielo y reposo hasta que en este tiempo cicatriza el músculo. El calor no hace nada y es perjudicial en las primeras 48 horas ya que hace sangrar más la rotura y retrasa la cicatrización. El masaje suave en los alrededores de la cicatriz puede ayudar en días posteriores, cuando la sangre se ha reabsorbido, pero su dificultad ya lo hace competencia de un profesional. 

Para prevenirlas, nada mejor que descansar entre sesiones de entrenamiento, evitar los incrementos bruscos de intensidad, calentar adecuadamente antes de entrenar, dedicar un día a la semana a hacer series de estiramientos en caliente, y (como siempre) la dieta rica en frutas y vegetales.