lunes, 29 de abril de 2013

Cuidado con el ibuprofeno si haces ejercicio.

                                                                       

Cada vez resulta más habitual ingerir medicamentos como si de gominolas se tratara. En deporte, tal vez, el medicamento por excelencia, el más s0corrido, es el anti inflamatorio no esteroideo. Para que nos enteremos: el ibuprofeno o el diclofenaco sódico. Hemos llegado a un punto que hay quien se lo toma para calmar las agujetas, o quien hace lo propio antes de una competición sin sentir ninguna clase de dolor, tan sólo por lo que pueda ocurrir.
                                                                                   
Pues bien, esta clase de productos afectan directamente a las células del intestino, evitando la correcta absorción de nutrientes y, por tanto, dificultando la recuperación, tal vez el factor más determinante en todo entrenamiento que pretenda obtener mejores resultados que la simple diversión.

Además, según se ha observado en estudios recientes, pueden entorpecer la recuperación del tejido conectivo dañado, tendones entre otros, y disminuir la hipertrofia.
Un trabajo publicado recientemente en el Journal Medicine and Science in Sports and Exercise registró casi el doble de daño en células intestinales cuando se ingerían 400mg de ibuprofeno justo antes o después del entrenamiento, comparado con aquellos que tomaron la misma cantidad pero no realizaron ninguna clase de ejercicio.

Según los investigadores que llevaron a cabo el estudio, este efecto potenciador del ejercicio sobre el efecto dañino del ibuprofeno puede ser debido a la redistribución de la sangre desde el intestino a los músculos, piel, pulmones y corazón, lo que aumentaría la susceptibilidad del intestino a las toxinas al ser este más permeable. Esto, amigos míos, afectaría directamente y a plazo inmediato a la absorción de nutrientes y, a largo plazo, a serios daños del intestino e inflamación crónica.

Además, por si fuera poco, se ha demostrado un efecto perjudicial sobre la recuperación de tejido muscular y conectivo (tendones) a largo plazo al afectar a la regeneración de las células satélite, encargadas de regenerar el tejido conectivo. También reducen la síntesis proteica y aumentan el riesgo de deshidratación e hiponatremia, proceso mediante el cual disminuye radicalmente la concentración de sodio, elemento vital en el correcto funcionamiento del sistema nervioso.